¿Por qué la inmersión?. ¿Qué aporta la inmersión y qué no aporta la inmersión?. La inmersión lingüística y cultural funciona fundamentalmente como un acelerador y fijador. Una vez que se tienen ciertos conocimientos ayuda a solidificarlos, interiorizarlos y hacerlos tuyos. A fijarlos, en definitiva. Por otra parte, ayuda especialmente a desarrollar las destrezas hablada y auditiva aumentando significativamente la competencia comunicativa. Así mismo, escuchando, se aprenden ciertos aspectos formales si bien es cierto que la inmersión por sí sola no logra todo. Se requiere de un pequeño esfuerzo diario y constante de estudio ya que el proceso de aprendizaje de una lengua extranjera difiere en algunos aspectos del proceso de adquisición de la lengua nativa. Eso sí, si se hace ese pequeño esfuerzo de estudio diario, y luego se practica en contexto real, los resultados son muy rápidos. Es una herramienta extremadamente rápida y eficaz. En niveles inferiores, de A0 a A1 y de A1 a A2 con sólo un mes de inmersión se sube un nivel. En niveles superiores hacen falta más meses de inmersión para subir de nivel.
Por nuestra experiencia observando alumnos migrantes en colegios españoles el efecto de inmersión es prodigioso. Podemos constatar que alumnos con un nivel nulo de español, y combinando clases formales de español diarias con un proceso de aculturación inmersivo, aun teniendo contacto por las noches con su lengua madre, son capaces de pasar de un nivel 0 a un nivel B1 (intermedio bajo) en tan sólo 3 ó 4 meses, con capacidad para incorporarse a las clases regladas, que les toca para su edad, al cabo de esos 4 meses, y definitivamente insertarse en el colegio de manera formal, en un grupo de amigos español y en la sociedad.
Por diversas investigaciones, podemos decir que la clave para la inmersión lingüística es el hecho de estar expuesto a un ambiente donde vas a practicar la lengua en escenarios reales y diarios, donde te ves “forzado a usar la lengua” y aprender. Y usarla como la usan los nativos. Los humanos somos animales sociales con un claro deseo de conexión emocional y social, y cuando esa conexión está localizada en ambientes en los que sólo es posible hacerla en una lengua diferente a la nuestra, nuestra motivación para aprenderla aumenta y nuestras capacidades comunicativas mejoran mucho. Existen numerosos estudios que lo demuestran (Cummings 2009, Kinginger 2001, Wilkinson 1998) especialmente cuando la motivación para aprenderla es alta. A cambio, el deseo de integrarse emocionalmente en la sociedad aumenta la motivación.